martes, 31 de marzo de 2009

No doy la talla al hacerte el amor

Manos de Topo, grupo al que no le hace falta saber tocar bien ni tener una bonita voz para explicar males de amor.




Sé que no es cierto que tú me pegues sin razón.
He hecho muchas cosas que no tienen ningún perdón,
como dar veneno a tus gatos,
ser amigo del hombre del saco,
y además no doy la talla al hacerte el amor.

Sé que hay muchos sitios que te prometí visitar.
Es un poco tarde, han construido cosas allí,
han quitado todas las playas,
hay peajes en las montañas,
y además no doy la talla al hacerte el amor.

Sé que fingiste, nunca supiste nadar,
zapatos de plomo, no sabes vivir bajo el mar.
Y ahora mi vida es tan aburrida,
podría haber sido tu salvavidas,
y además no doy la talla al hacerte el amor.

Sólo pretendo ser pluscuamperfecto,
(no da la talla al hacer el amor)
nunca pude igualar tu vibrador.
(no da la talla al hacer el amor)
Soy capaz de tirarme desde un sexto,
(no da la talla al hacer el amor)
no le des tanta importancia al amor.

Cinco de mayo, cuarto creciente y no estás.
Los extraterrestres ya no te quieren visitar,
se equivocaron de galaxia,
prefieren que vayamos a su casa.
Podemos ir de vacaciones,
pero tú estás tan ocupada,
no tienes tiempo para nada,
el espacio no es suficiente para ti.

Y además no doy la talla al hacerte el amor.


jueves, 26 de marzo de 2009

Felip V


Estimada Sílvia (si hem permets l'atreviment), Catalunya SÍ que és un país de botiflers i sempre ho serà, només has de mirar actualment quina colla de ganàpies ens manen i quina colla de desgraciats ens han governat.


A l'escrit de SPACE INVADERS II vaig anomenar als Catalans com una colla de botiflers, que eren el partidaris de Felip V a la guerra de susessió Espanyola, perquè encara que sembli mentida hi havia Catalans que preferien aquest monarca (sobretot els rics) que no el Carlos III d'Espanya que havia promès a la corona d'Aragó mantenir els foros (la corona d'Aragó comprenia les actuals Navarra, Catalunya, País Valencia, Aragó, Illes Balears,...), com anècdota actual els foros que Navarra encara manté són com a premi d'haver estat partidaris de Felip V. Els seguidors de Carlos III d'Espanya s'anomenaven Maulets (que eren els camperols pobres, entre d'altres més pobres encara). Després d'uns any de guerra entre els partidaris d'aquest dos futurs monaques d'Espanya, a Carlos III d'Espanya el proclamen com a Emperador del Sacro Imperi Roma Germànic, i com és d'esperar fot el camp amb tots els seus aliats, deixant Felip V com a únic monarca que lluitès per la corona d'Espanya.

D'explicar l'història no en sé, però espero que una petita idea del que eren els botiflers hagi quedat

Deixo aquesta cançó de Brams de títol Bridis, i la lletra més a baix per a que la canteu ben fort.





Brindo pel Pedraforca,
brindo per la Patum,
brindo per les obagues humitejades i el seu perfum.
Brindo per Nicaragua,
pel vint-i-cinc d´Abril.
Brindo pels avis i àvies que van lluitar a la guerra civil
brindo pels avis i àvies que van lluitar a la guerra civil.
I BRINDAREM TOT MALEINT
LA MEMÒRIA DE FELIP QUINT
I BRINDAREM TOT MALEINT
LA MEMÒRIA DE FELIP QUINT
Brindo per Formentera,
per la plana de Vic.
Brindo per la collita de marihuana dels meus amics
Pels indis de Chiapas,
brindo pel seu estel.
Brindo per Cuba lliure i pel camarada Fidel
brindo per Cuba lliure i pel camarada Fidel
I BRINDAREM TOT MALEINT
LA MEMÒRIA DE FELIP QUINT
I BRINDAREM TOT MALEINT
LA MEMÒRIA DE FELIP QUINT
Brindo per les tavernes.
Brindo pels maquis vells.
Brindo pels qui desperten el tremp de la terra alçant castells.
Brindo pels grans poetes
pels últims d´anar a dormir.
Brindo per la gent del rotllo i per la mare que ens va parir
brindo per la gent del rotllo i per la mare que ens va parir.
I BRINDAREM TOT MALEINT
LA MEMÒRIA DE FELIP QUINT
I BRINDAREM TOT MALEINT
LA MEMÒRIA DE FELIP QUINT
I BRINDAREM TOT MALEINT
LA MEMÒRIA DE FELIP QUINT

Actualment el quadre de Felip V, el trobem penjat cap per ball, a la ciutat de Xàtiva. Aquesta ciutat va patir un assejament de les tropes de Felip V que van acabar cremant tota la ciutat, les dones i nens que estaven amagades a l'església van ser massacrats i la ciutat va perdre el nom de Xàtiva pel nou nom de San Felipe.

Hem sembla que Felip V va ser el primer Borbó Espanyol, m'agradaria que Juan Carlos I fos l'últim.


museu municipal de l’Almodí de Xàtiva.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Para atender mejor

Para acompañar vuestra estancia, una joya de Vitalic.


SPACE INVADERS II

Y entonces llegó París, oh! París, París, esa ciudad que mi mujer hacía tiempo que me quería enseñar porque vivió y trabajó en ella, esa ciudad en que las avenidas son eternas, donde la gente tiene esa aureola bohemia, la ciudad de los Palacios, los Museos, los Reyes guillotinados, la ciudad de las Luces, de los Poetas y Pintores, la ciudad de los Space Invaders.
Llegamos al aeropuerto de Orly y ya se respiraba una atmósfera diferente, como cuando estuvimos en Londres, esto es Europa, lo siento pero España es un país tercermundista (es mi opinión y lo podemos debatir un día de estos en un bar con unas cervecitas) y Catalunya un país de botiflers (partidadarios en la guerra de sucesión Española de Felipe V).


Una vez asentados en el Hotel (muy cerca de la plaza de la República) emprendimos nuestra primera visita, la residencia donde vivió Antonia, pero antes de llegar olala que c'est'això, un monigote (no sé decir si es un marciano, un venado, un pulpo o un cangrejo) colgado en el lateral de un edificio, encima de un grafiti en el que se leia FLASK (no sé qué quiere decir), saqué la cámara de fotos y aquí la primera foto de París, no era ni la torre eiffel, ni el pont neuf ni el Sena ni la pirámide del Louvre ni ninguna parisina (hay que reconocer que se saben arreglar las parisinas, pero eso es otro tema), la primera cosa que me cautivó de París era un monigote pixelado con forma demoníaca colgado en el lateral de un edificio. Mas adelante descubrí que era un marcianito de un juego llamado GALAXIAN (es una de las muchas imitaciones de tiene SPACE INVADER al no estar registrado). y a partir de aquí ( se entiende que no hay un antes, porque acabábamos de llegar) solo disfruté del París de los secretos mosaicos en forma de marcianos (hay que decir que a la que nos acercábamos a barrios más emblemáticos de la ciudad, más aliens pixelados iba encontrando y mi cámara iba gastando más megas en ellos). De todos ellos había uno que recordaba haber visto con anterioridad en algún lugar y al final recordé que en Barcelona, cerca de la plaça Sant Felip Neri había uno de estos marcianitos (acompañado por enigmáticos jeroglíficos) que observava a los visitantes de tan emblemática plaza (la plaça Sant Felip Neri es de los rincones de Barcelona donde más se palpa el dolor de la guerra civil Española) y una vez de regreso a casa y con la cámara repleta de marcianitos empecé a buscar información sobre estos mosaicos pixelados, y cual fue mi sorpresa al descubrir que no solo Paris estaba invadida por los marcianitos, sino que importantes ciudades del planeta estaban en la misma situación, y lo más sorprendente es que en la ciudad en la que trabajo, mi odiada Barcelona, también había sido invadida ya hacía tiempo, y que el marcianito que recordaba de la plaça Sant Felip Neri era uno de los 17 que había en la ciudad.

Esta modalidad de "street art" de colocar en edificios, casi siempre a una altura diferente al campo visual del transeúnte, estos simpáticos marcianitos, se llaman "Space Invaders" y es obra de un artista Parisino que se hace llamar "Invader".


Aqui os dejo unas cuantas fotos de "Space Invaders" que hice en París.





Recomiendo que a partir de ahora cuando tengáis la ocasión de viajar a alguna ciudad, os informéis de si está invadida y, si lo está, buscad los marcianitos para inmortalizarlos en vuestras cámaras, para saber cuántos puntos habéis conseguido.




domingo, 15 de marzo de 2009

No soy competidor nato

Un día discutiendo con mi padre, no recuerdo bien, bien de qué, se me abrió un nuevo mundo que ha cambiado mi modo de ser, ver y actuar delante de esta sociedad. Me da rabia el no recordar sobre qué discutiamos, pero lo importante no era de "Qué" sino al "Qué" al cual yo llegué.

Es como cuando me dí cuenta de que no era bueno compitiendo, los que me conocen sabrán que era bueno en bicicleta, que digo bueno era el mejor de la colla, pero a la hora de hacer una competición no daba de mí, era nefasto, mi cuerpo-mente se saturaba y solo veía como me adelantaban sin parar. Después de tres carreras (en la primera rompí la cadena y el cambio trasero y aún tuve excusa, pero en las otras dos quedé de la mitad hacía abajo) dije basta a mi carrera de competición. Un año después, un amiguete y yo propusimos a mi jefe (en ese entonces trabajaba en una tienda de bicicletas) volver a competir, se lo comentamos porque necesitábamos que nos patrocinara la tienda. Mi jefe lo tuvo claro,- a tí, cuquillo, no te cogería para competir, pero a tu amigo sí-. Salíamos todos juntos en bicicleta, el jefe incluido y sabía bien que yo era el más fuerte de la colla, el que se pasaba todo el día con la bicicleta, para ir a trabajar, para ir al bar con los amigos, para ir a cagar, para dormir (no es coña el primer año de tener la bici dormía con ella en el cuarto y una mano siempre se desplazaba por la noche para notar su compañía y que no se hubiera ido con otro) joder que era una bicicleta con un hombre montado, pero para competir no valía. Como podéis comprender esto me hizo reflexionar, o el problema lo tenía yo o lo tenían los demás... pero haberlo lo había. Empecé a buscar por donde más duele, a profundizar sobre que el problema era mío.

Empecé a recordar mi vida en competiciones. La primera competición fue precisamente una de bicicletas, en las fiestas de verano del terreno, en una semana en que se hacían competiciones de todo tipo. Se trataba de la categoría de los chabales más pequeños, comprendía las edades de 0 años a 6 años y yo era de los más grandecitos, en este campo jugaba con ventaja, pero (siempre hay un pero en mi vida) tenía la desventaja de que aún iba con ruedecillas (no sabía ir a dos ruedas y tenía que ir con los bipodes anticaídas) mientras que otros competidores de mi edad y más pequeños ya sabían mantener el equilibrio. Pero no pasa nada, a esa edad no hay ridículo, podíamos haber echo la carrera en pelotas con un gorro de bombero y al final de la carrera apagar un pequeño fuego con una meada y ninguno de nosotros (me refiero a los participantes) nos hubieramos escandalizado y más de un padre (por no decir todos) nos hubieran aplaudido después de haber apagardo el fuego (¡¡ahí esta mi hijo, con su meada del 15!!).


Mi bicicleta era una Orbea roja, en esa época no entendía de bicis pero la mía era la mejor, lo sabía. Estaba detrás de una línea esperando que dieran la salida para empezar la carrera, tres, dos, uno, YA. y salimos todos disparados hacia un muro de padres que estaban a unos 25 metros gritando los nombres de los que pedaleábamos sin sentido a toda pastilla hacía ellos. Llegados a su altura, pues todos llegamos al mismo tiempo (más o menos) nos dicen que tenemos que dar media vuelta y volver hacia donde habíamos salido. Es en ese instante cuanto entiendo que quién cruce la línea (que antes era de salida y ahora es de llegada) antes que nadie será el ganador y sacando fuerzas de donde no sé, empiezo a esprintar sacando en un momento una ventaja espectacular a mis compañeros de carrera. La línea de Meta ya la tengo delante. Soy el vencedor! y de repente, como si me hubieran cegado con un foco de luz de gran potencia (o lo que es lo mismo, como si hubiese visto a Dios), oigo mi nombre en un canto de ánimo familiar: Cuuuquiiillo,...Cuuuquiiillo..... Cuuuquiiillo..... venga CUQUILLO, que ya has ganado!!- era la voz de mis padres, que estaban animando eufóricos de alegría al ver a su hijo campeón!! Y Cuquillo, no sabe por qué, apreta las dos manecillas de los frenos delantero y trasero, detiene su Orbea roja a dos metros de la meta y se queda inmóbil. Me quedé petreficado viendo cómo me adelantaban TODOS mis competidores, con la mirada perdida en la línea de Meta. Una vez que me adelantó el último participante, que era un niño de 3 años aún con chupete montado en un triciclo de esos en que los pedales van fijos a la rueda delantera, el espacio-tiempo volvió a su normalidad y recobré la mobilidad, que no fue para seguir pedaleando y cruzar la línea de meta, sino para bajar de la bici (que se quedó como trofeo para mis adversarios a dos metros de la Meta) y salir corriendo hacia mi casa llorando como un poseso porque no entendía que me había pasado. Ahora sí que sé qué me pasó: tenía miedo a competir, no soy competidor nato.

domingo, 8 de marzo de 2009

Para Atender Mejor

Para que la estancia en este Blog les sea más amena les recomiendo escuchar música y como es muy feo esto de recomendar sin dar, les adjunto esta pequeña selección.
Si conectan el signo de infinito, que hay en el lado izquierdo de los segundos de reproducción la canción sonará continuamente.




Para los Nerviosos como yo.




Para los Tranquilos como mua.



Gràcies Oriol!!

miércoles, 4 de marzo de 2009

La diferencia entre, Allí, Allá y Allioli

La lectura perjudica seriamente la salud (tanto física como psíquica). Sí , sí amigos lectores, en el tiempo que ustedes tarden en leer este escrito estarán perdiendo entre dos o tres días de sus queridas vidas (habrán apreciado que dos y tres "los números" los he escrito en letras, para joder un poco más la marrana, porque he descubierto que los números no son perjudiciales), por eso aviso antes de explicarles el por qué, que no me haré responsable de esta pérdida de tiempo en sus relojes biológicos y les recomiendo (si es que el anunciado les ha acojonado y no van a leer nunca nada más) que dejen la lectura en este mismo PUNTO.

El lector masoca que esté continuando, espero que sea para saciar su intelecto y así poder explicar a sus allegados oralmente, (la lectura o interpretación oral de este escrito "tratado teórico", no es perjudicial para la salud del oyente a no ser que el lector o intérprete contenga alguna especie de virus maligno contagiable por el aire, en ese caso será mejor que mantenga la boca cerrada), será un honor explicarle como he llegado a la teoría de "la lectura perjudica seriamente la salud", pero advertido está.

¿Por qué no somos inmortales?. Esta fue la pregunta por la que empecé a indagar (y también porque Al Gore decía que estábamos en medio del famoso cambio climático prediciendo un aumento de la temperatura global del planeta, aunque este invierno he pasado mas frío que en los últimos 33 años "la edad de Cristo"), y llegué a la conclusión de que había algo más que tanto CO2, lluvia ácida, pesticidas, radiaciones de ondas cortas, largas, radioctividad, y un sinfín de, de llamémosle "X factores" (no me refiero a los cosméticos, aunque entran dentro del mismo saco), para impedir la inmortalidad humana. Tenía que encontrar algo, llamémosle"NOSÉ", algo cotidiano que hiciéramos sin darnos cuenta de que lo estábamos haciendo, como respirar, pero que en algún momento este "NOSÉ" se nos hiciera visible y dijéramos, -Qué molesto es este "NOSÉ" creo que me perjudica la salud.-, es como cuando respiramos el olor putrefacto de un cuesco de alguien que ha comido un estofado de alubias con col, y somos concientes de que hemos olido el fétido perfume porque estábamos respirando inconscientemente. Pues un día este "NOSÉ" se me hizo presente así sin más, cuándo me quedé mirando un letrero de un quiosco del cual el quiosquero se había ausentado no se sabe bien bien por qué y cómo información había dejado el siguiente mensaje "NO ESTOY ALLÍ, ESTOY ALLÁ". Joder, es lo primero que se me vino a la cabeza (pero no joder de follar, sino joder de como te has lucido), y todo seguido empecé a darle vueltas (a la cabeza, se entiende que al quiosco no podía) al significado del mensaje del quiosquero, ¿qué coño me quiere decir este tío? "no estoy allí, estoy allá""no estoy allí, estoy allá" mentalmente me hacía un dibujo esquemático del porqué, del dónde era allí y dónde era allá, de dónde estaba el puto quiosquero, a dónde tenía que ir (allá) y a dónde no tenía que ir (allí) a buscarlo para que me abriera el kiosco y así poder comprar la reedición sin censuras del Penthouse del septiembre 1984 en cuyas páginas centrales sale Tracy Lords. Al no tener medios propios para resolver el enigma, decidí ir a casa para poder consultar con mi amigo "Internet" y cual fue mi sorpresa que no llegué ni a cruzar la calle y empecé a sentir un mareo y unos sudores fríos, se me nubló la vista y ya no recuerdo nada más.

Me desperté en la cama de un hospital. Cuando entró el Doctor para comprobar mi estado, me explicó que había sufrido un chock intelecto-cerebral debido a algo que mi cabeza no pudo asimilar. Me dijo que era algo así como cuando se queda colgado un ordenador, debido a una situación en que nuestro cerebro no puede asimilar lo que está pasando. Cuando le expliqué que mi cabeza no pudo asimilar el letrero de "no estoy allí, estoy allá" que había puesto el quiosquero, se me quedó mirando con cara de incredulidad,- no me creyó que hubiese tenido un chock tan fuerte solo por esta fracesita-. Mientras esto me decía caí en la cuenta que no me estaba produciendo ningún efecto el decirlo y aquí empecé el experimento, le pedí al Doctor un bolígrafo y un papel, en este escribí la susodicha frase "no estoy allí, estoy allá" y se la enseñé al doctor que no tardó más de dos minutos en ponerse blanco, empezar a sudar y caer en redondo al suelo abriéndose la ceja derecha. El experimento continuó con las dos enfermeras que entraron a llevarse al Doctor, y que al volver para preguntarme qué le había pasado al facultativo, no me lo pensé dos veces y les enseñé la fantástica frase del quiosquero y esperé la reacción. Esta vez tardaron unos cinco minutos en caer redondas, una en la cama y la otra en el suelo. A la del suelo, al caer, se le levantó la faldilla enseñando unas bragas blancas de encaje; era una chica con clase (un día os explicaré esta otra fantástica teoría que descubrí cuando tenia veinte años). Esto me excitó y aprovechando que tenía la otra encima de mí en la cama, metí la mano por debajo de la camisola, comprobando que no llevaba sujetador y que tenía un piercing en el pezón derecho, que me bajó la libido de repente haciéndome retirar la mano al instante (otro día ya os explicaré mis aventuras con los piercings y la tirria que les tengo). Se me pasó las ganas de abusar de las enfermeras, me levanté de la cama y me fui del hospital dejando a las enfermeras en la habitación. Algo tenia enganchado en el dedo.

De camino a casa encontré que el quiosquero ya había llegado y el quiosco ya estaba abierto y recordé que todo el embrollo empezó cuando fui a buscar la reedición del Penthouse de Septiembre de 1984, que aún no tenia en mi poder. Entré en el quiosco para comprar la revista y me encontré al quiosquero más chulo que un ocho que me salió con esa frase que deben de aprender cuando se hacen cargo de un quiosco: "el último ejemplar se lo acaban de llevar". Cogí un cabreo y a punto estuve de prender fuego al quiosco cuando, a la defensiva, me espetó que por qué no había ido antes, a lo que le respondí que sí que había ido, pero que no estaba "Allí" sino que estaba "Allá" y que como no sabía dónde era ni "Allí" ni "Allá" no había podido ir en su búsqueda (no le comenté la cuestión del shock y a resultas el desmayo, que me produjo el letrero, por miedo al cachondeo), él quiosquero sacó el letrero de debajo del mostrador y señalándome la frase "NO ESTOY ALLÍ, ESTOY ALLÁ" me explico que "Allí" era la abreviación de la Libreria, que era la tienda de su mujer, y que "Allá" era la abreviación de la Lavandería que era de su hija, y que todo el barrio conocía estos abreviativos que le servían para no tener que hacer letreros excesivamente largos y de fácil lectura y como para retarme me saco otro letrero en el que ponía "ESTOY EN ALLIOLI" y me preguntó qué creia que quería decir esta nueva frase. El sudor frío que empecé a tener y la pérdida de enfoque que tuve del quiosquero predijeron que no tardaría en caer redondo (nunca he entendido porque no se puede caer cuadrado) y solo tuve tiempo a decirle -"CABRONAZOOOOO"- al quiosquero y ya no recuerdo nada más.

Me desperté otra vez en una cama del hospital, pero esta vez tenía apretando mi muñeca izquierda una pulsera. Al intentar levantarme de la cama me di cuenta que eran unas esposas. ¡qué coño hacia yo esposado en una cama de hospital! La incógnita no tardo en resolverse al ver entrar en el cuarto al Doctor, con una tirita en la ceja derecha, con las dos infermeras (la de las bragas blancas de encaje y la del piercing, que llevaba como un relleno extraño en el pecho derecho) seguidas de dos policías y un juez. Los policías preguntaron si era yo, a lo que los tres (el Doctor y las dos enfermeras) repondieron que sí. El juez me leyó que se me acusaba de agredir a un facultativo del Hospital y de intento de violación de dos infermeras del centro. Les grité que todo era mentira, como es natural (ahora que lo pienso era todo mentira, el doctor se cayó solo y de las dos enfermeras solo le toqué una teta a la del piercing y me dio asco). La enfermera del piercing empezó a llorar mientras señalaba mi mano derecha y fue cuando uno de los dos policías se acercó y me sacó del dedo anular una especie de arete que resultó ser el piercing de la enfermera, que se había quedado de anillo en la retirada fugaz de mi mano al notar el piercing. Mientras intentaba asimilar lo ocurrido, la enfermera del piercing se sacó el pecho derecho, que tenía vendado con un puntito rojo, en donde se intuía que estaba el pezón (o debería estar), y llorando me señaló diciendo aberraciones que no voy a escribir, ni describir.

El juez comentó que tenía las pruebas suficientes para mandarme a un psiquiátrico donde, si no pasaba las pruebas, me quedaría encerrado un buen tiempo (no especificó ni qué tipo de pruebas eran, ni de cuánto tiempo se trataba) y ordenó a los dos policías que me sacaran las esposas y me llevaran a la consulta del psiquiatra del hospital. Las pruebas no las pasé (y eso que eran más fáciles de lo que yo pensaba, algún día describiré el psicotécnico que tuve que pasar porque aún no entiendo porqué suspendí o me suspendieron. Creo que el psiquiatra que me hizo el control "psicotécnico" tenía algun rollete con la enfermera del piercing (o la despezonada, que es como creo que le llaman ahora), al no pasar las pruebas me cayeron cinco años de internamiento psiquiátrico.

Ahora llevo ya tres años preso en este psiquiátrico del cual me perdonaran un año de los cinco que tengo que cumplir si les escribo un "tratado teórico" del tema que yo quiera y como no, he elegido el de "la lectura perjudica seriamente la salud", y propongo que al igual que las cajetillas de tabaco advierten de lo perjudicial que estos son para nuestra salud (se entiende los cigarrillos no la cajetillas), en los libros, sean del género que sean, tendrían que advertir también de este deteriodo en nuestra salud (eso sí, pido derechos de autor), y como he empezado mal acabo correctamente.

La lectura perjudica seriamente la salud (tanto física como psíquica), ya que perdera dos o tres meses de su apreciable vida y cuatro años de libertad.

Ah! se me olvidaba, al segundo año de estar encerrado aquí, vino a visitarme el quiosquero (se ve que le dio pena saber que me encerraron por sus letreros) y me descifró el enigma del segundo cartel "ESTOY EN ALLIOLI". Me recordó que si "Allí" era la Libreria de su mujer y "Allá" la Lavanderia de su hija, sencillamente "Allioli" era que no estava ni "Allí" ni "Allá", o sea, que no estaba ni en la Libreria ni en la Lavanderia. Podeis imaginar la reacción que tuve... le reventé la nariz con mi frente y me descojoné viéndole gritar mientras se desangraba. No tardó en venir un bata blanca que me inyectó noséqué que me dejó soñando con el "Allioli" una semana entera.








P.D. Por fin conseguí la reedición del Penthouse del Septiembre de 1984 sin censuras, pero esto es otra historia que otro dia escribiré.